Riyadh, segunda parte
Estoy en el aeropuerto esperando a embarcar en el avión de vuelta a Madrid tras cuatro días intensos en Arabia Saudita. Tengo que esperar a embarcar a la 1.30 de la mañana, esto es un poco rollete... así que me he puesto a escribir esta entrada en el blog.
El tercer día de mi estancia aquí realizamos dos intervenciones que transcurrieron sin problemas. Fue el día más relajado. Después de dormir un ratillo por la tarde tuve la ocasión de visitar la Kingdom Tower, el edificio más representativo de Riyadh, que es impresionante. Desde arriba se ve la ciudad de Riyadh, sobre el desierto, inmensa. Por desgracia me confiscaron la cámara antes de subir...
El cuarto día había programados cuatro pacientes, pero dos no acudieron a la cita y al final tuve que operar a dos pacientes, uno facilillo, de unos 70 gramos y otro dificilillo, con una próstata enorme, de unos 150 gramos, en un paciente beduino de edad indeterminada (la historia clínica decía que tenía 65 años, pero todos coincidíamos en que debía tener más de 80 años). Todo ha transcurrido sin problemas, pero han sido casos interesantes. Esta vez venía a quirófano conmigo el jefe del Servicio de urología del Hospital King Faisal, el urólogo del Rey, que se ha mostrado muy interesado. Durante las intervenciones, hemos estado comentando las ventajas de la técnica de fotovaporización con el nuevo láser HPS.
Ha sido una palizilla, con nueve cirugías en cuatro días, pero ha sido muy interesante visitar este hospital y tratar con sus urólogos, grandes cirujanos y muy buenas personas. Tras el éxito de la sesión de formación, he recibido nuevas invitaciones para formar a otros urólogos en Jedda y participar en simposios en otras ciudades de este país.
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