jueves, octubre 29, 2009

Viaje a Asia: I Hong Kong

Me encanta viajar, pero cuando se trata de Asia, mucho más. Me da la impresión de que la globalización ha limado mucho las diferencias entre las ciudades. Todos hacemos el mismo tipo de vida, compramos en las mismas cadenas de tiendas. Muchas veces cuando viajo no noto tanta diferencia entre unas ciudades y otras. Pero en Asia las diferencias son mucho mayores, realmente tienes la sensación de estar en un lugar exótico y lejano.

En esta ocasión fuí a Hong Kong para participar en un día completo de cirugía y charlas invitado por el North District Hospital de Hong Kong y la Universidad China de Hong Kong. Nada más aterrizar en Hong Kong fui al hospital a ver los posibles pacientes para la sesión del día siguiente y comprobar que todo estaba en orden. Es una ciudad maravillosa.



Al día siguiente madrugamos para ir al hospital, que tenía unas instalaciones impresionantes y un personal superentrenado. Me sorprendió mucho lo bien que estaba todo organizado.



En la foto, con Edison Chung, el distribuidor de GreenLight en Hong Kong, un verdadero caballero y un fantástico anfitrión, que me llevó al Hospital y me acompañó en el viaje.



A esta sesión acudieron muchos urólogos y personal del hospital. Di dos charlas sobre técnica quirúrgica y trucos para obtener un mejor rendimiento y realicé dos intervenciones quirúrgicas que se retransmitieron en directo a la sala de reuniones.





Así pudimos comentar la cirugía mientras transcurría. Primero operé una próstata pequeña, de unos 50 gramos, y luego una más grande, de aproximadamente 100 gramos.





Fue una sesión fantástica, tuvimos tiempo de discutir y comentar todos los aspectos quirúrgicos del tratamiento con láser verde de la hiperplasia de próstata. El interés de los asistentes era inaudito, aguantaron la sesión sin parpadear. Como los chinos suelen ser bajitos y pequeños, me tuve que embutir en la chaquetilla del pijama quirúrgico más grande que había en el hospital.

Esa noche tuvimos una cena en el Hotel Sheraton, precedida por una charla sobre la comparación entre el láser verde y otros tipos de láser. Los banquetes tradicionales chinos constan de 11 platos, así que la cena fue pantagruélica. La comida china de Hong Kong no tiene nada que ver con la que comemos en Madrid.



Al día siguiente tuve tiempo de darme una vuelta por Hong Kong, y visité un parque zoológico donde pude ver a los osos panda y otras maravillas. Lo pasé pipa.



Y subí a la zona más alta de Hong Kong para ver la ciudad desde arriba. Impresionante.





Esa noche me invitó a cenar el Dr. Richard Lo en su casa, que me dejó totalmente fascinado con su hospitalidad y su amabilidad. Tuvimos una velada maravillosa en compañía de otros urólogos. Me fuí de Hong Kong con ganas de volver, como siempre. Es una ciudad apasionante, que pena que esté tan lejos.

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