Aunque me costó llegar, porque mi avión de Avianca se estropeó en la pista de despegue y tuve que viajar un día más tarde de lo previsto, pude llegar a Quito para operar junto al Dr. Ricardo Yépez y la Dra. Saskia Suarez, del Hospital Carlos Andrade Marín.
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Con el Dr. Ricardo Yépez antes de entrar en el Hospital |
Me sorprendió gratamente la impresionante dotación tecnológica de este hospital, con quirófanos inteligentes y equipamiento de la máxima calidad. Al parecer el gobierno ecuatoriano está invirtiendo seriamente en infraestructuras en el país y ha pegado un empuje muy importante a la sanidad.
El objetivo de la visita era doble. El primero, ayudar a mis colegas a poner en marcha la técnica de enucleación prostática con láser verde. Para ello operamos durante dos días en los que repasamos paso a paso la técnica quirúrgica y pudimos profundizar en los detalles y mejorar algunos aspectos técnicos importantes.
La enucleación prostática es una técnica compleja y para poder realizarla adecuadamente es importante disponer de instrumentos específicos, una técnica anestésica impecable, un equipo quirúrgico entrenado y una gran atención a los detalles técnicos. Los resultados clínicos son excelentes y muchos de los pacientes que operamos, que no eran casos fáciles, se fueron a casa el mismo día de la intervención.
El otro objetivo era apoyar al Dr. Yépez y a la Dra. Suarez con la planificación del
primer congreso internacional del GRILUR (Grupo Iberoamericano de Láser en Urología) que se celebrará en su hospital del
26 al 29 de Julio de 2012, con especial énfasis en el tratamiento mínimamente invasivo de la hiperplasia prostática benigna (HBP) así como de los cálculos urinarios. Será un congreso grande e importante, con cirugías en directo y la participación de expertos internacionales. Tuvimos la oportunidad de comentar el estado actual de la organización de la reunión que pretende aglutinar a los urólogos iberoamericanos interesados en el uso del láser para tratar las enfermedades del aparato urinario.
También tuvimos la ocasión de hacer una excursión al oriente ecuatoriano en la que visitamos lugares maravillosos y pude disfrutar de la hospitalidad de mis amigos.
Luego volví a Madrid, un largo viaje, pero ha merecido la pena.